domingo, 13 de junio de 2010
LAS DEUDAS DE FERNANDO LUGO
Dicen que las deudas, cuando son importantes, ya no pueden pagarse con dinero, y el aforismo se cumple para la cabeza del gobierno arzobispal del Paraguay.
A poco días que el cura con hijos Fernando Lugo vetara una ley que protege a pequeños deudores de grandes usureros, los paraguayos se desayunaron con que este engendro clerofascista promocionado por la izquierda chanta también era un gran moroso, que adeudaba incluso por los gastos de su campaña proselitista.
El presidente Fernando Lugo y el equipo de la Alianza Patriótica para el Cambio deben a una empresa internacional, según denunció el consultor portorriqueño Jorge Tirado, quien amenaza ahora con acciones legales para cobrar una deuda de US$ 99 mil. “Indigna la mala fé de Lugo y su grupo” denunció el acreedor a la prensa paraguaya.
No se trata, obviamente, de las únicas deudas con las cuales carga este obispo abusador de niñas pobres, adicto a las sirvientas para “todo uso” al que presentaron como paladín de la ética voces conjuradas para disfrazar mentiras de verdades. Mentiras en las que hoy insiste una corte de lisonja que retrotrajo al Paraguay al medioevo oscurantista y el derecho de pernada.
DEUDAS CON LA ÉTICA
Las deudas que nuestro héroe el cura con hijos tiene con la ética son incontables, pero basta mencionar los graves hechos de corrupción que su gobierno ya ha perpetrado en instituciones como la Secretaría de Acción Social, la SEN, DINATRAN, PETROPAR, INDERT,etc. Estas deudas con la ética son también deudas con su propia iglesia, cuya vapuleada imagen contribuyó a ensombrecer con las denuncias de sus mujeres abusadas, sexualmente y en su buena fe.
De las deudas con sus diferentes familias, cedemos la palabra a sus mujeres, que hoy ocupan espacios en la prensa reclamando sus derechos y por su dignidad hollada.
DEUDA SOCIAL
“Que viajen ellos” había sido uno de los más difundidos slogans de la falaz campaña proselitista del cura con hijos, refiriéndose a los exiliados económicos paraguayos que según prometían, volverían al Paraguay floreciente gobernado por el cura. A dos años de encontrarse en el gobierno Lugo, el éxodo de paraguayos se ha incrementado varias veces y en número de paraguayos en los cordones de pobreza que atenazan la capital argentina, Buenos Aires, se han triplicado en pocos meses, asimilando a quienes regresan de Europa empujados por la agudización de la crisis económica y agudización de la xenofobia en Europa.
El cura y su entorno, entretanto, siguen con la vista fija en los placeres refinados y las cuentas bancarias, los amigos siguen facturando sumas siderales por graciosa concesión del gobierno arzobispal.
DEUDA MEDIÁTICA
Como toda estrella lanzada al mercado por la publicidad mediática, Lugo tuvo sus quince minutos de gloria en abril de 2008, gloria que pronto acabo sepultada por los bochornos, el fracaso y la ignominia.
Como si nadie jamás pudiera contradecir ni reclamar nada, Lugo fue presentado por los medios como impoluto Referente de la Teología de la Liberación enfrentado a la Iglesia Católica., un Asceta y monje que renunció a su iglesia por la patria
Integrante de la izquierda bolivariana y anti-imperialista, Numen de Moralidad y personaje impoluto, Luchador contra la corrupción., un hombre recto y pacífico, Predestinado para operar un cambio en la imagen del Paraguay en el mundo.
De todas estas cartas de presentación, hoy ya nadie se hace cargo.
Nada de ello resultó ser cierto, por supuesto, pues como dice un viejo refrán, la moral nace en la mente y muere en la palabra, sobre todo cuando se trata de un cura libertino que si de algo se abstuvo siempre, fue de predicar con el ejemplo.
Hoy el mismo diario ABC color, el cual publicitó apasionadamente a Lugo, hace todo lo posible por desmarcarse del cura. La BBC de Londres, harta de corresponsales sobornados por el gobierno arzobispal, decidió comisionar a una enviada especial en procura de un informe solvente y objetivo sobre lo que sucede en Paraguay.
DEUDA CON LA HISTORIA
Personajes que saturaron los oídos del electorado con la palabra “cambio”, acabaron siendo una defectuosa copia del continuismo y el más parecido a la dictadura de Stroessner entre todos los gobiernos que se sucedieron desde la caída del tirano en 1989.
El izquierdismo cipayo de Lugo no ha tenido inhibiciones para declarar estado de sitio en vastas áreas del Paraguay, atentar contra la libertad de pensamiento las personas, torturar y reprimir con el mismo entusiasmo que los déspotas del pasado.
También ha convocado a represores colombianos y norteamericanos, y favorecido todos los reclamos de la oligarquía sin titubear.
Poco se hizo con estas y otras medias por desembarazar al Paraguay de la opresión imperialista que sigue padeciendo a varias bocas, traducida en una maraña de leyes, instituciones y políticas disfrazadas de progresistas.
A pesar de toda esta realidad palpable, sigue vigente una cortina de mentiras que se montó con el ánimo de confundir a la izquierda y lograr, al decir de Antonio Machado, hacerla incapaz de acertar la mano con la herida.
Al servicio de ello se han puestos las prebendas y las condecoraciones oficiales a modo de soborno, y también el aplauso comprado.
Y mientras se sigue sonriendo al cura, los únicos capitales invertidos en el Paraguay siguen siendo los sobornos que la embajada de Estados Unidos distribuye entre los funcionarios del gobierno.
La deuda con la historia sigue incólume, y acrecentando intereses en el Paraguay.
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